La información es la pista que utilizan los expertos en vendernos los productos que no necesitamos.

La economía mundial va a la velocidad inversa del cuidado de los recursos del planeta, y le gana.

Ya hay empresas que aportan capitales para que en las redes sociales se pueda analizar nuestros comentarios y aprovechar nuestra intimidad para vendernos deseos.

El precio de esos deseos, es ambiguo, pero sin duda se usará para manipularnos.

Ideas que son respaldadas por los inversores de las redes sociales, Facebook, Twitter, y que sin duda ya aprovecha, en un formato más acotado, el mismo Google. Acotado porque mientras en Google se provecha las búsquedas, en las redes sociales, además de las búsquedas se aprovechará nuestras conversaciones.

Spark Capital, un importante grupo editor, planea establecer un fondo al que podrán acudir los inversores de todo el mundo que analizará el comportamiento de los usuarios y propondrá ese resultado como un valor de cotización en la bolsa.

La nueva forma de inversión será dirigida por procesos, algoritmos, cuyos responsables aseguran tener la experiencia suficiente para poder especificar acciones de los usuarios, según sus comentarios, personas a las que siguen o lo que comparten.

Los inversores, desde el advenimiento de las redes sociales que vigilan de cerca no sólo la evolución, sino que diseñan artefactos de lectura para aprovechar la explosión que significaron las redes sociales, lo que pareció sorprender a los propios consumidores, ya fue predicho por los cultores de la prospectiva, desde que lanzaron las primeras redes, con tibios resultados pero marcada tendencia.

La mayoría, y por una cuestión precisamente de capitales invertidos, conocen y usan con más o menos beneficios, las cinco que estamos acostumbrados a escuchar, Youtube, Twitter, Facebook, linkedin y ahora más visible Instagram, pero en realidad, hay aproximadamente unas cuarenta redes sociales, nombres como Menéame, Enchílame, Tuenti, Technorati, Pinterest, Flirc,  y otras.

También hay un sinnúmero de redes sociales por temas o géneros, redes que se ocupan de sectores específicos, de inmuebles, de tecnología, etc.

Lo cierto es que la cantidad de datos y formas de participar se está concentrando en la actividad de pertenecer a espacios junto con otros usuarios.

No es una situación que surgió con las actuales redes, sino que reveló el arcaico sistema de BBS, canales de comunicación que en un principio era de interés de los estudiantes, así como el sistema IRC, donde se entrelazaban servidores y los usuarios podían entrar a salas de chat, que son más o menos los abuelos de las redes sociales actuales.

Las redes sociales tienen un corto camino en su evolución, pero amplio en inversiones, donde la moneda de cambio será ideas, deseos, comentarios.

Al cotizar en bolsa, Facebook y Twitter, han mostrado su juego, convirtiendo el medio social en un medio de inversión, y el producto bruto de ese producto es nuestra intimidad.